El próximo lunes 29 de noviembre, el portugués José Mourinho saltará al campo de juego del FC Barcelona para dirigir uno de los clásicos más esperados del planeta fútbol. Y no será un partido más: su Real Madrid buscará torcer una historia reciente negativa ante el conjunto culé, institución en la que supo trabajar como asistente de director técnico en la década de los 90.
A continuación, el análisis de el andar por la Liga de Campeones y el esperado clásico del próximo lunes. El recibimiento que tendrá por parte de la afición barcelonista, sus impresiones sobre Pep Guardiola y una definición: “Jugaría este clásico mañana mismo. Es siempre una gozada”.
Señor Mourinho, ¿ve a su Real Madrid con posibilidades de llegar a la final de la Liga de Campeones en Wembley?
Sí, pero también podemos caer antes. Si algo me ha enseñado la experiencia es que la Champions League es dificilísima, muy complicada, donde no se perdona un solo fallo. Esta temporada vamos a tratar de superar los octavos de final, una fase que se le ha atragantado al Real Madrid desde la temporada 2004.
¿Qué rivales ve más peligrosos en el camino hasta Londres?
Los de siempre, los ingleses con Chelsea y Manchester United a la cabeza, el Inter, el Bayern, el Barça…Es una competición terrible, muy dura, en la que es difícil que un equipo rompa el pronóstico como hicimos con el Porto en 2004 frente al Mónaco, una final sorpresa.
Recientemente enfrentó al AC Milan en San Siro ¿Fue especial a nivel personal el volver allí?
San Siro siempre será especial cuando juegue contra el Inter, igual que Stamford Bridge donde pasé buenos años con el Chelsea. Cuando llegué ahí parecía que era todavía el entrenador del Chelsea: la gente, los vestuarios, los jugadores, el presidente... todos. Ese cariño es lo más bonito del fútbol. Cuando llegas de rival y te sientes en casa. Será una sensación especial el día que deba volver a San Siro a jugar con el Inter y esté lleno de interistas. Ya me mostraron su fidelidad cuando el Real Madrid jugó ante el Milan. No dejaron de animarme.
¿Esperaba un Milan más contundente?
El Milan cuenta con delanteros que están entre los mejores de Europa, pero el Real Madrid dominó los dos partidos. La posesión del balón fue nuestra, controlamos el ritmo y mantuvimos la iniciativa. Jugamos dos partidos muy completos. El año pasado, el Real Madrid sólo logró un punto ante el Milan, pero ahora consiguió cuatro. Estamos mejorando, aunque mis jugadores tienen todavía que crecer y saber cómo negociar emocionalmente los partidos de Champions.
¿Por qué cree que Zlatan Ibrahimovic no triunfó en el Barça? ¿De verdad usted lo quería para su Real Madrid?
No sé, no es cuestión mía. Sólo puedo decir que conmigo en el Inter salió máximo goleador de la Serie A, que metió 25 goles y que nunca tuve problemas serios con él. Goza de todo mi respeto y cariño y creo que él también tiene estima por mí. Aunque le hubiera querido para el Real Madrid era imposible. Tras lo sucedido con Luis Figo creo que van a pasar siglos antes de que un jugador del Barça vuelva al Madrid y viceversa.
Samuel Eto’o sólo hace que halagarle. Su relación personal fue especial, pero ¿le considera uno de los mejores delanteros que ha tenido a sus órdenes? ¿Y qué decir de Didier Drogba?
¡Mamma mia, que dos jugadorazos! Ha sido un tremendo placer poder dirigir a esos dos monstruos del gol, a dos ‘killers’ sin igual. Son dos hombres con un carácter indomable, con una mentalidad ganadora difícil de encontrar en otros jugadores.
Se acerca el esperado clásico con el FC Barcelona. ¿Está ya su equipo preparado para afrontar y vencerlo en una larga temporada?
El Barça es un gran equipo, un conjunto con una filosofía de grupo que viene de años. Cuenta con jugadores que llevan toda la vida juntos como Iniesta, Xavi o Messi. No es fácil enfrentarlos, pero trabajamos para ser igualmente fuertes y superarles para poder obtener títulos. En competiciones de Copa es más fácil. Con el Inter y el Chelsea ya les gané.
¿Podría explayarse sobre la filosofía de grupo que menciona?
Pep tiene un equipo definido, un proyecto firme. Una filosofía de años que sigue progresando desde Cruyff, pasando por Van Gaal y Rijkaard y que ahora Guardiola incluso ha mejorado. El juego del Real Madrid, por contra, está por definir. Ha pasado de Capello a Pellegrini, por Schuster o Juande Ramos. Eso no puede ser. Un club como el Real necesita una organización estructurada del club con un esquema de juego fijo, con una filosofía propia. En eso estamos trabajando desde mi llegada.
¿Llega el clásico ante el FC Barcelona demasiado pronto?
Jugar un clásico de esa envergadura es lo que quieren todos los jugadores, todos los técnicos. Un Barça-Real Madrid es especial, todo el mundo está pendiente de ese duelo. Por mí podríamos jugarlo mañana. Siempre es una gozada.
¿Si usted fuera presidente, ficharía a Pep Guardiola como entrenador?
Si yo fuera Sandro Rosell, el presidente del Barça, le renovaría por 50 años.
¿Por qué?
Porque es un hombre de la casa que ha mamado barcelonismo desde la cuna. Es ‘culé’, conoce la casa, sabe la filsoofía de juego que quiere el aficonado barcelonista, es el técnico ideal para dirigir al FC Barcelona hasta que quiera.
¿Y si fuera el presidente del Madrid?
También. Pep es un gran entrenador. Ya hace años que dije que acabaría siendo un excelente director técnico. Vayan al archivo y verán que lo dije hace ya 20 años.
¿Qué relación mantiene con él?
Trabajamos juntos en el Barça y sólo tengo buenos recuerdos de esa época. Ahora somos entrenadores rivales, pero mi sensación es que nos respetamos. Para mí eso es bueno, perfecto que siga así.
¿Le ha sorprendido su éxito en el banquillo del Barça?
No, para nada. Cuando Pep era jugador del Barça y yo técnico, ya se veía que iba a acabar siendo entrenador. En el campo ya ejercía de brazo derecho del técnico, le gustaba mandar, pensaba por los demás. Sabía que en el momento que quisiera se iba a convertir en un excelente técnico.
¿Ya ha hecho las paces con Xavi Hernández, jugador con el que mantenía una gran relación como con Carles Puyol y otros barcelonistas?
Nunca he estado en guerra con Xavi. También mantenemos una excelente relación. En los partidos a veces se dicen cosas en caliente que, luego, en frío pasan. Xavi sigue siendo para mí un crack, un grandísimo jugador. Nunca lo he ocultado. También con ‘Puyi’ mantengo un buen contacto.
¿Cómo imagina que va a ser la recepción del Camp Nou en el clásico? ¿Peor o mejor que la de los milanistas en San Siro?
El Camp Nou no me perdonará nunca que les haya quitado la posibilidad de ganar una Champions en el Santiago Bernabéu. Soy persona non grata para el barcelonismo. La recepción será negativa. Pero yo voy a jugar un partido de fútbol y nada más que eso. Es como digo siempre: si ganamos el lunes, al día siguiente será martes .Y si perdemos el lunes, también será martes. Así que hay que seguir trabajando y disfrutando de la misma forma.
Para cerrar, ¿cómo entiende que usted siempre destaca su paso por el Barça como técnico y, en cambio, se ha convertido en el enemigo número uno, incluso antes de fichar por el Real Madrid?
Son cosas propias del fútbol. Yo les gané con el Chelsea y luego con el Inter. Y ahora entreno al máximo rival, al Real Madrid. Son demasiadas cosas juntas. El pasado no importa, sino los episodios más recientes. Es la ley del fútbol.
Tomado de FIFA
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