domingo, 6 de julio de 2014

Krul, el arquero para el juego psicológico

Por primera vez en la historia de los Mundiales, un seleccionador apostó por el portero suplente para la tanda de penaltis. Van Gaal se jugó la baza psicológica y acertó. Y eso pese a que Krul sólo había parado dos de los 20 penaltis que le habían lanzado en la Premier.El meta holandés afrontó la tanda con mentalidad ganadora y detuvo los lanzamientos de Bryan Ruiz y de Umaña.


Con una carrera desarrollada prácticamente en su totalidad en el Newcastle United, no habíamos tenido ninguna oportunidad de ver cómo se desarrollaba Tim Krul en una tanda de penaltis, pero quien sí tenía muy claro la valía del ¡tercer portero! de Holanda (Michael Vorm es el recambio directo de Jasper Cillessen) frente a los lanzamientos desde los once metros era el propio seleccionador oranje: Louis Van Gaal.
Ante la sorpresa general, empezando por la de su rival, Costa Rica, el técnico neerlandes mandó calentar a su pupilo, de 26 años de edad, durante la segunda parte del tiempo extra, y, cuando apenas faltaba medio minuto para que el árbitro pitara el final de la prórroga, éste saltó al terreno de juego sustituyendo al citado Cillessen. El juego psicológico de Krul con los lanzadores Ticos, fue, en un primer momento, agresivo,esperando a los futbolistas para intimidarles gritando quien-sabe-qué (y le funcionó con Bryan Ruiz, quien ejecutó su penalti mucho peor que ante Grecia, despejando el balón Krul),para a partir del tercer lanzamiento limitarse a ir de un lado a otro de la frontal del área pequeña, sin perder de vista al rival de turno, como si fuera un león observando llegar a su presa. Y con Michael Umaña, en el quinto penalti, hizo sangre(ergo, también desvió su disparo), consiguiendo la clasificación de Holanda para semifinales.
Posteriormente, Van Gaal explicaría en rueda de prensa que, aunque ya tenía en mente la opción Krul antes del partido en caso de que éste se complicara hasta la tanda de penaltis, fue en la misma prórroga cuando se decidió darle entrada, golpe de efectoque a punto estuvo de quedarse en el tintero, ya que “no esperaba que Krul, después de calentar dos minutos, jugase tan poco antes de que acabara la prórroga (…) No imaginé que el árbitro iba a añadir tan poco tiempo de descuento”. Los motivos del técnico para apostar por este sorprendente cambio fueron “su altura [de Krul], 1’93 m, puede llegar a las esquinas de la portería, como se pudo apreciar cuando se tiró por el lado correcto”, y el hecho de que, antes del partido, “habíamos hablado con Tim”

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