jueves, 21 de octubre de 2010

Luis Fabiano: "Con goles volveré a la selección"

Después de un año 2009 casi perfecto, Luis Fabiano comenzó 2010 soñando con brillar en la Copa Mundial. Pronto vio, sin embargo, que sus metas no eran tan sencillas de alcanzar. Una cadena de lesiones limitó su tiempo de juego en España. Y en Sudáfrica, pese a anotar tres goles, dejó la competición con sensación de impotencia al ver a Holanda imponerse a la Canarinha en cuartos de final.


Con poco tiempo para recuperarse del batacazo de la eliminación, el atacante volvió a Sevilla en medio de rumores de traspaso y con un futuro incierto. Tales perturbaciones lo relegaron al banquillo al mismo tiempo que la nueva selección brasileña comandada por Mano Menezes iniciaba su camino rumbo a la Copa Mundial de 2014 con victorias y buenas actuaciones.

Desde fuera, Luis Fabiano reconoce que la renovación era necesaria, pero no desiste y dice que puede ser útil a la Seleção aunque esté cerca de cumplir los 30 años. Para eso tiene una receta que parece simple: "Si logro tener continuidad en el Sevilla, volveré a marcar goles y a ser el Luis Fabiano de antes. Aún puedo contribuir mucho a la selección", garantiza el jugador en una entrevista en la cual recuerda algunos momentos de Sudáfrica y analiza otros de su actual fase con el Sevilla. No te lo pierdas.

Antes de la Copa Mundial, incluso con algunas lesiones de por medio, usted mantenía una buena media de goles. Pero después ese promedio ha bajado. ¿Qué tal apetito tiene Luis Fabiano en este momento?
Tengo el mismo apetito o incluso mayor. Después del Mundial no hice la pretemporada y no tuve una buena preparación. Ahora estoy trabajando para recuperar mi forma y volver a la normalidad, que para mí es jugar y hacer goles. Me estoy sintiendo bien, aunque mi situación actual no sea la ideal sin los minutos que me gustaría tener en el campo. Pero tengo fe en que, cuando tenga continuidad, volveré a ser el Luis Fabiano de antes del Mundial.

Hace unos días, usted manifestó públicamente que no le gustaba estar de reserva. ¿Sigue pensando de ese modo?
Mi opinión sigue siendo la misma. Soy un jugador con ambición, nunca me doy por satisfecho y no me gusta quedarme en el banquillo, principalmente después de lo que he hecho en las últimas temporadas. Pero he pasado momentos difíciles en muchos equipos y siempre he salido adelante. Sé que tengo esa fuerza y voy a demostrar que sigo siendo el mismo.

El Sevilla perdió la oportunidad de jugar la Liga de Campeones de la UEFA. ¿Hasta dónde podrá llegar el club hispalense esta temporada? ¿Podrá amenazar el duopolio del Barcelona y el Real Madrid en España?
La eliminación de la Liga de Campeones fue una gran pérdida para el club y para los jugadores. Por otro lado, el club está estable, e incluso por fuera no lo va a sentir mucho. En cuanto a la liga española, bregar con el Barcelona y el Real Madrid aún es muy difícil, aunque el Barcelona no esté como antes y el Real Madrid esté aún en formación. El objetivo del Sevilla es el mismo de otros años: si da para luchar por el título, iremos hasta el final. Pero nuestra obligación en cualquier caso es ser terceros y clasificarnos de nuevo para la Liga de Campeones.

Usted ya ha cosechado 95 goles en sus más de cinco años con el Sevilla. ¿Cree que puede grabar su nombre en la historia del club?
Si tengo continuidad, sé que voy a llegar a los 100 goles para el club este mismo año. Ésa es mi meta, e incluso quedar entre los cinco máximos goleadores históricos del Sevilla. Después del São Paulo, quiero dejar mi nombre grabado en la historia de otro club.

En relación con la Copa Mundial, lo que quedó claro es que, hasta los cuartos de final, el clima en la selección era de ánimo, de esperanza. Después de la derrota, lo que quedó fue una imagen funesta. ¿Es que una eliminación tiene ese poder de cambiar tan rápido las cosas?
Por supuesto que lo tiene. Perder un Mundial vistiendo la camiseta de la selección brasileña es sin duda la mayor frustración de mi carrera. Dentro del grupo había un clima agradable durante las victorias. Después de la derrota, todo cambió y sobrevino una tristeza total. Porque fuimos allí, lo dimos todo y no ganamos. Incluso el ánimo cambió. Pero la camaradería no se ha acabado y seguimos siendo un grupo unido, a pesar de que sabemos que para muchos no habrá una nueva oportunidad de disputar otro Mundial.

¿Podría hacer un análisis de los aciertos y los errores de esa campaña?
La campaña tuvo un 90% de aciertos. El 10% de errores tal vez se produjeran en el segundo tiempo contra Holanda, que fue fatal. Hasta entonces todo había sido perfecto. Hicimos todo de la mejor manera posible, nos entregamos al máximo, nos entrenamos a tope… Pero dos errores costaron el pase, y luego costó mucho reaccionar. Cuando no se gana algo, parece que todo estaba equivocado. Hasta entonces, nuestra trayectoria en la Copa América, en la Copa Confederaciones, en la competición preliminar, había sido perfecta. Sabíamos que íbamos por el buen camino. Pero, desgraciadamente, en el fútbol no siempre gana el mejor.

En términos personales, ¿cómo analiza su propia actuación? ¿Jugar un Mundial era lo que más deseaba?
Me gustaría haber llegado al Mundial en un momento diferente, un poco mejor físicamente. Pero yo estaba saliendo de unas lesiones, llevaba parado unos meses y, cuando volví a entrenar, sufrí otra lesión que me estorbó mucho. Durante la preparación tuve que cuidarla, perdí entrenamientos, me sacrifiqué para recuperar el tiempo perdido. Esos meses fueron los que más me perjudicaron. Pero a pesar de todo, tengo que estar satisfecho, porque aun así hice tres goles que nos ayudaron a llegar un poquito más lejos.

¿Cree que el Mundial y la derrota han influido en su fase actual? ¿Tardó un poco más que otros años en recuperar el ritmo?
Sí, con una derrota como ésa se tarda mucho en recuperar la autoestima. Sólo quien ha disputado un Mundial y ha perdido sabe cuánto duele. Luego tuve 20 días de vacaciones, muy poco tiempo para salir de aquella presión y olvidar aquellas imágenes del aeropuerto, del momento en el que llegas a Brasil y ves a la gente triste. Todo eso pesa. Pero en cuanto llegué aquí (a España), procuré dejar todo atrás.

Con Mano Menezes en el cargo, hubo un proceso natural de renovación, y el estilo de juego ha cambiado bastante. ¿Cómo ve usted esos primeros pasos de la selección después de la Copa Mundial?
Esa fase de reformulación es absolutamente normal, con jugadores nuevos y pensando ya en 2014. Cuando una selección no gana, hay obligación de cambiar y de renovar. Por eso este periodo es natural. Las competiciones oficiales van a llegar, Brasil lo hará bien y a partir de ahí van a empezar a decir que la selección está lista. Todo eso pasará. Pero de nada sirve si luego no vencemos en el Mundial. Para ser de nuevo respetados, es preciso ser campeones; no hay otro modo. Es necesario jugar bien y, a la hora de la verdad, ganar. Sólo así vamos a volver a ser número uno. España, por ejemplo, tenía aquel sino de no ganar nunca nada. Hoy está a las mil maravillas, es la mejor del mundo, la mejor de todos los tiempos (ríe).

Usted está a punto de cumplir 30 años y va a tener 33 cuando llegue la Copa de 2014. ¿Aún considera que puede competir por un puesto? ¿Cómo ve su ciclo en la selección?
Sé que estoy en plenas condiciones de disputar un Mundial con 33 años. Muchos jugadores que participaron en el último tenían incluso más y jugaron bien. Yo soy un tipo que se cuida, y seguro que estaré en buena forma. Aún puedo contribuir mucho a la selección y nunca se me ocurrirá dejarla. Siempre trabajaré en el Sevilla para que, si tengo una oportunidad, poder volver y seguir mi historia con la selección.

Mano ha usado a Alexandre Pato como delantero principal. Pero en estas primeras convocatorias no ha probado jugadores de área como usted. ¿Cree que esa característica suya es una baza para su eventual regreso?
Lo que de verdad necesito enseñar son mis goles. Ése es mi negocio. En lo tocante a las características, cada cual tiene las suyas. Hoy está jugando Pato, y también Robinho. Son grandes jugadores que se complementan. También probó a André, que es más bien un delantero centro. Pero insisto: tengo fe en que, haciendo goles y estando bien, mi oportunidad de volver a la selección puede aparecer de nuevo, independientemente de mis características.

Para terminar, muchos jugadores de éxito han regresado a Brasil. ¿Cree que es una buena salida? ¿Usted aceptaría volver dentro de poco?
Mire, hoy sería casi imposible volver. Pero, de aquí a tres años, cuando venza el contrato, puedo pensar en hacerlo. Soy un apasionado del campeonato brasileño y tengo la certeza de que algún día jugaré de nuevo en un club de mi país.


Tomado de FIFA.COM

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