viernes, 16 de julio de 2010

Fútbol, política y glamour, visto desde España

Vicente del Bosque, el seleccionador que hizo a España campeona del mundo de fútbol, había sido destituido anteriormente por el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, porque según dijo carecía de glamour, y pese a que en cuatro años había ganado dos copas de Europa, dos Ligas, y las supercopas de España, Europa e Intercontinental.

Florentino Pérez aparentemente no veía adecuado a ese señor grandote, gordo y tranquilo para dirigir a los Beckham, Figo, Zidane y otros galácticos del glamour, que es la ostentación de los nuevos ricos guapos y famosos.

Pero sin Del Bosque el glamouroso equipo de Pérez fracasó estruendosamente.
Cuando se antepone la imagen a la eficacia aparece la sabia fábula de Samaniego: Dijo la Zorra al Busto, después de olerlo: “Tu cabeza es hermosa, pero sin seso”.
Antes se reflexionaba en las escuelas con fábulas así, o con las de Esopo o La Fontaine, pero ahora no tienen glamour. Además, interesa más el sexo que el seso.

Y lo mismo que el Real Madrid cayó más por la ostentación que por la eficacia, Rodríguez Zapatero ha fracasado al buscar más la imagen que la capacidad.

Quiso hacer un gobierno paritario hombres-mujeres, cuando quizás un gobierno sólo de mujeres habría sido mejor, u otro sólo de hombres.

Sólo tenía que elegir los mejores, sin acepción de sexo. Pero, no, quería imagen de equilibrio, aunque la mitad de ellos y ellas fueran bobos.

No hace mucho justificó la destitución de César Antonio Molina como ministro de Cultura por su falta de glamour.

A cambio quiso poner a Miguel Bosé, pero finalmente nombró a una señora también ígnara, horrible guionista de cine, pero que sabe ponerse trajes de noche.

En su gestión ya ha convertido la joya mundial de la Biblioteca Nacional en un negociado de baja categoría.

Y así, con su glamour, van fracasando el Real Madrid y la pánfila gobernación de España.

No sería extraño que Z. quiera sustituir a Del Bosque por alguna señora glamourosa para sacarla en la revista Elle, como hizo con su serrallo de ministras.


Por:Manuel Molares do Val

No hay comentarios:

Publicar un comentario